Moda y sustentabilidad: Las 7 tendencias más prometedoras de 2021

Moda y sustentabilidad: Las 7 tendencias más prometedoras de 2021

Desde la positividad climática hasta más marcas que adoptan la reventa, así es como la industria de la moda puede trabajar hacia un futuro más verde este año.

 

Está claro que 2021 tiene que ser el año en que la moda acelere su acción frente a la crisis climática. A pesar de que la sostenibilidad se ha debatido mucho en los últimos años, un informe de 2020 de Global Fashion Agenda y los consultores de gestión McKinsey descubrió que las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria, que ya representan hasta el 10 por ciento de las emisiones globales totales, en realidad están en camino de aumentar en aproximadamente un tercio, a la impactante cantidad de 2,700 millones de toneladas al año, para 2030.

Si bien hemos visto una ráfaga de objetivos ambientales recientemente, ahora mismo las marcas necesitan apegarse con urgencia a su compromiso de disminuir las emisiones de carbono. ‘Este año, hay una atención verdadera a lo que estas compañías realmente están haciendo’, dice a Vogue Maxine Bédat, directora ejecutiva del centro de estudios del New Standard Institute. ‘Eso requiere que las marcas hagan pública cierta información y que asuman su responsabilidad.’

 

Ha habido algunos desarrollos prometedores de los que muy probablemente veremos más este año –como la tendencia del supraciclaje que dominó la pasarela durante la temporada primavera-verano 2021 o el desarrollo de nuevos materiales y tecnologías innovadoras que están listas para llegar al mercado. ‘Todo es cuestión de escalar y acelerar los procesos –las marcas necesitan invertir para crear un impacto positivo’, dice Céline Semaan, fundadora y CEO de Slow Factory Foundation, acerca de las acciones que le gustaría ver este año.

La buena noticia es que muchas de las respuestas ya están ahí afuera. ‘Sabemos cuáles son los retos, las soluciones están ahí –hay una posibilidad real de hacer estos importantes cambios dentro de la industria’, añade Bédat. A continuación, echamos un vistazo a siete de las mayores tendencias relacionadas con la sustentabilidad que podrían impulsar a la industria de la moda durante 2021.

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1. Agricultura regenerativa

Debido a las abundantes emisiones de CO2 creadas por la industria de la moda, un número creciente de marcas, entre las que se encuentran Eileen Fisher y Patagonia, están en busca de soluciones naturales que ayuden a eliminar el carbono de la atmósfera, incluyendo la adopción de prácticas de agricultura regenerativa –un método de cultivo que no requiere de arado y que gira en torno a la siembra de distintos cultivos que ayudan a reponer los nutrientes del suelo. De hecho, la diseñadora Mara Hoffman, quien sigue una filosofía de respeto al medio ambiente, presentó recientemente una gama de tejidos de punto benéfica para el clima que es carbono negativa gracias a sus técnicas regenerativas. Esperamos ver más colaboraciones en esta área durante los próximos meses a través de un nuevo proyecto de Fibershed, la organización sin fines de lucro establecida en California.

2. Positivismo climático

El creciente interés en la agricultura regenerativa se ajusta al amplio movimiento del positivismo climático, que como su nombre sugiere, investiga cómo la moda puede tener realmente un efecto positivo en el medio ambiente –más allá de limitar su impacto negativo.

Algunos desarrollos emocionantes en este campo incluyen un cuero carbono negativo de AirCarbon, una startup establecida en California, que se crea al tomar el metano y el carbono de la atmósfera, replicando un proceso natural que se ha descubierto en los microorganismos de nuestros océanos. Las altas son otro material que debes tener en tu radar, ya que la diseñadora canadiense-iraní Roya Aghighi y el estudio de investigaciones establecido en Londres Post Carbon Lab están explorando la posibilidad de utilizar algas vivas en la ropa que puedan hacer la fotosíntesis (y por lo tanto, absorber dióxido de carbono de la atmósfera) mientras la usas.

3. Biodiversidad

Con un millón de especies en amenaza de extinción, la biodiversidad –o lo que es lo mismo, la variedad de animales y plantas sobre la Tierra– es un tema que debe estar en la agenda de este año. La moda juega un papel importante en la pérdida global de la biodiversidad debido al uso de la tierra (por ejemplo, para el cultivo de algodón y la cría de ganado), la deforestación (causada por la producción de viscosa), la contaminación del agua (derivada del teñido textil y los microplásticos) y los desechos (92 millones de toneladas de basura textil termina cada año en los vertederos)

Kering, empresa propietaria de Gucci, reveló su estrategia de biodiversidad en junio de 2020, cuyo objetivo es tener un impacto positivo en la biodiversidad hacia 2025. Hay que prestar atención a los compromisos similares anunciados por otras marcas para coincidir con la Cumbre de la Biodiversidad de las Naciones Unidas, que debe realizarse en China durante el mes de mayo.

4. Pensamiento circular

La circularidad –el movimiento enfocado a que los materiales sean utilizados una y otra vez dentro de la industria– es una tendencia que no está lista para desaparecer en 2021. Es probable que veamos intentos para escalar las nuevas tecnologías de reciclaje, como la Máquina Verde respaldada por H&M, que aseguran puede separar y reciclar poliéster y mezclas de algodón a gran escala (algo que potencialmente podría ser un punto de inflexión, dada la cantidad de textiles a base de ambos materiales que están en el mercado). Sin embargo, a la moda todavía le queda mucho camino por recorrer para ser verdaderamente circular, como lo demuestra el reporte de la Global Fashion Agenda, que asegura que las marcas únicamente alcanzaron el 64 por ciento de sus metas de circularidad para 2020.

 

 

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5. Marcas que adoptan la reventa

Un elemento de los modelos de negocio circular incluye la reventa, que ha estado creciendo gracias a sitios como The RealReal, Vestiaire Collective and Depop (Bella Hadid, quien está obsesionada con la moda vintage, es la mejor representante). Las marcas de lujo buscan cada vez más capitalizar esta tendencia, como lo demostró el anuncio de Gucci de una nueva asociación con The RealReal en octubre. Este año, también es probable que veamos a más compañías haciéndose cargo de la reventa de sus prendas y que los minoristas de prendas de lujo en línea también se sumen a la venta de prendas de segunda mano (basta ver el esquema Second Life de Farfetch)

6. Materiales de base biológica

De la seda de pétalos de rosa al cuero de cactus, si algo no ha habido es escasez en la aparición de materiales de base biológica en el mercado durante los últimos años. ¿El siguiente reto? Escalar estas tecnologías de modo que puedan reemplazar a las telas más dañinas para el medio ambiente. Ya se está viendo una mayor inversión en esta área, como lo demuestra el anuncio realizado recientemente por la marca de culto de ropa de dormir Pangaia acerca de su asociación con Kintra, una compañía dedicada al desarrollo científico de materiales, para desarrollar una alternativa de base biológica que reemplace al poliéster y que sea 100% biodegradable.

7. Impacto social

La pandemia dejó al descubierto el trato recibido por los trabajadores de la industria del vestido y el impacto social es un área en la cual las marcas tendrán que hacer mejoras. Una mayor preocupación por parte de los consumidores significa que hay una mayor presión sobre las marcas para compartir información relativa a sus proveedores y a las medidas que están tomando para asegurar condiciones de trabajo éticas y salarios justos. Chloé –bajo la dirección creativa de Gabriela Hearst– ha revelado que buscará obtener la certificación B Corp (que verifica el desempeño social y ambiental de una compañía) y es probable que veamos a más marcas siguiendo su ejemplo.

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