Hablemos del Slow Fashion - Planeta sustentable |  Artículos ecológicos

Hablemos del Slow Fashion

 

Es lo contrario de la moda rápida. Abarca una conciencia y un enfoque de la moda que tiene en cuenta los procesos y los recursos necesarios para fabricar la ropa. Aboga por la compra de prendas de mejor calidad que duren más tiempo, y valora el trato justo de las personas, los animales y el planeta a lo largo del proceso.

La slow fashion y la moda sostenible o ética tienen muchas similitudes. Son movimientos hermanos y siguen las mismas directrices generales. La principal diferencia con la slow fashion es que se centra en reducir el consumo y la producción de forma más específica.

La slow fashion se opone al modelo de moda rápida, algunas marcas muy conocidas queman muchas toneladas de prendas no vendidas al año, a pesar de los continuos esfuerzos de sostenibilidad para cerrar el círculo de la moda, está claro que esta filosofía es una parte necesaria del movimiento en su conjunto.


La slow fashion nos pide que demos un paso atrás y decidamos si realmente necesitamos algo nuevo, o si podemos buscar en nuestro armario alguna pieza olvidada que quizá solo necesite una pequeña reparación. Después, nos anima a comprar menos prendas con menos frecuencia, y a optar por la segunda mano cuando podamos.

Cuando se trata de comprar algo nuevo, los consumidores conscientes invierten en piezas de mayor calidad. Estarán hechas con procesos y tejidos más sostenibles que enfatizan el arte de la confección y celebran las habilidades de los artesanos. Por último, nos pide que dejemos de tratar nuestra ropa como si fuera desechable, y que nos esforcemos por repararla, reciclarla, pasarla o deshacernos de ella de forma responsable cuando ya no nos sirva.



Algunas características de una marca de slow fashion:

  • Se fabrica con materiales sostenibles de alta calidad.

  • Las prendas son más atemporales que modernas.

  • Suelen venderse en pequeñas tiendas (locales) en lugar de en grandes cadenas.

  • Prendas de origen, producción y venta local.

  • Pocos estilos específicos por colección, que se lanzan dos o máximo tres veces al año, o una colección permanente sin temporada.

  • A menudo se fabrican por encargo para reducir la producción innecesario



¿Qué podemos hacer nosotros como consumidores?

Nuestras decisiones diarias tienen un impacto directo y contribuyen a transformar el mundo. Cuando compramos ropa miramos qué hay detrás de la etiqueta.

Busquemos que provenga de una actividad sostenible y que ponga a las personas y al planeta por delante de los beneficios empresariales.


Fuente:

www.tierramadre.org/moda-sostenible/que-es-slow-fashion/

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